Lucir una piel saludable no es solo el resultado de hidratarte y comer bien; es producto de llevar una rutina de cuidado adecuada. Por otra parte, la noche es un momento crucial para regenerarla porque, durante el sueño, nuestro cuerpo repara y renueva las células. A continuación, exploraremos cómo cuidarla durante las horas nocturnas para que despiertes a la mañana siguiente con una apariencia radiante y rejuvenecida.
Si no conocías tu tipo de piel, aquí te describiremos las principales características de cada clase y cómo cuidarla al ocultarse el sol.
1. Piel normal:
Este tipo de cutis se ve suave y sano sin que debas hacer mucho para cuidarlo; además, casi no experimenta sequedad, enrojecimiento o sensibilidad. Generalmente, tolera bien la mayoría de los ingredientes, sin presentar reacciones.
Tu rutina de noche debería ser así:
- Lava tu cara con un limpiador facial.
- Hidrátala con una crema humectante.
- Exfolia tu piel una vez a la semana para mantenerla brillante.
2. Piel grasa:
Tiende a ser brillosa y más propensa al acné; aparte, la menstruación y otros factores externos pueden hacerla más grasosa. Una ventaja es que tiende a demorar en mostrar los rasgos de envejecimiento.
Tu rutina de noche debería ser así:
- Lava tu cara para eliminar las impurezas acumuladas durante el día.
- Usa un tónico facial, con el fin de preparar la piel para la noche.
- Aplica un serum con ingredientes activos; te ayudará a controlar la producción de grasa y a calmar los brotes de acné a largo plazo.
- Por último, humecta usando Fisiogel Cuidado Reconfortante.
3. Piel mixta:
El sello de este tipo es la mezcla de áreas normales y secas en el rostro. Una buena forma de identificarla es por medio de la zona T. Se ve brillante y es suave al tacto en las zonas con más grasa, pero se siente tensa y podría despellejarse en las partes secas.
Tu rutina de noche debería ser así:
- Lava la cara para eliminar las impurezas acumuladas durante el día.
- Usa un hidratante para nutrir las partes secas del rostro.
- Utiliza un aceite facial para sellar la humedad. Aplícalo en la noche para evitar que la cara se vea muy brillante durante el día.
4. Piel seca:
Genera menos grasa que la normal, lo que lleva a una falta de los lípidos necesarios para retener la humedad y mantener un nivel óptimo de hidratación. También puede volverse sensible como consecuencia de la resequedad. El consejo principal es que selles la humedad, por lo que debes aplicar una crema hidratante varias veces al día.
Tu rutina de noche debería ser así:
- Lava tu rostro con un jabón en barra nutritivo.
- Aplica una crema hidratante de textura rica.
- Usa un aceite facial para sellar la humedad.
5. Piel sensible:
A menudo, la sensibilidad puede deberse a factores ambientales, como cambio de temperatura, sobreexposición al sol, reacción a un ingrediente o consumo de medicamentos. Este tipo de piel suele reaccionar a la mayoría de los productos, por lo que debes tener cuidado con las fragancias y los irritantes.
Tu rutina de noche debería ser así:
- Utiliza un limpiador suave o un jabón en barra sin fragancia para remover las impurezas sin irritar.
- Usa una crema hidratante con ingredientes de origen natural.
- Termina con un aceite facial calmante.
Una rutina nocturna adecuada es esencial para mantener saludable y radiante tu piel. Al seguir estos consejos, aprovecharás al máximo el proceso de regeneración que ocurre durante la noche. Recuerda que la consistencia es clave. Los resultados no serán inmediatos, pero, usando nuestra línea de productos Fisiogel, notarás tu piel más sana y vibrante a largo plazo. ¡Despierta cada mañana con una sonrisa y un brillo natural en tu rostro!
